viernes, 12 de julio de 2013

...Lo que parece malo,no tiene porque serlo... (Parte 1)

Ya no tenía ninguna duda,Paul me había engañado con otra. El olor que desprendía a perfume de mujer,las manchas en la camisa,sus pocas ganas de sexo conmigo... Y sobretodo,las llamadas a altas horas de la madrugada y sus viajes repentinos desde hacía dos meses. 

Me sentí como una tonta. ¿No era mas fácil decirme que no me quería? ¿No era mas sencillo hablarlo y no ponerme los cuernos de una forma tan evidente? 

Aquella noche le confesé que lo sabía y le dije que se marchase de mi apartamento y no volviese a llamarme,en el fondo ya no me importaba. Nuestra relación había terminado mucho tiempo atrás,pero creo que ninguno se atrevía a decirlo. 

Superé la ruptura mucho mejor de lo que imaginaba,salí con mis amigos,disfruté la soledad de mi apartamento sin ver trastos inútiles por la casa y respiré. Llevaba demasiado tiempo intentando salvar una relación que ya no era ni yo misma. Todo eso me había hecho cambiar,me sentía fuerte,segura de mi misma y muy viva. Una noche,salí con mis amigos a cenar y esa noche comenzaron mas cambios en mi vida. Estábamos tomando unas copas de vino,mientras esperábamos al resto,cuando llegó Ryan con alguien...

-Sam,te presento a Damon. Damon ella es Samara. -Dijo Ryan. 

-Encantada,Damon. Puedes llamarme Sam. -Dije algo nerviosa. 

-Un placer,Sam. -Dijo con una sonrisa torcida. 

Sus ojos eran azules,tenía una mirada muy sensual,pícara... Parecía un tipo de esos prepotentes que se creen el centro del universo. Desde un principio,hubo algo de él que me asustaba. Aunque la noche fue muy divertida,la mitad del tiempo no podía evitar mirarle. 

Me sentía nerviosa. Cuando llegué a casa,no pude evitar pensar en Damon. Me había propuesto quedar y no sé porque razón había aceptado. Me sentía sumisa ante su mirada. 

Al día siguiente,me arreglé mas de lo habitual,quería causarle una buena impresión físicamente. ¿Porqué? Eso aun estaba por descubrir,pero me atraía muchísimo sexualmente. 

Quedamos en una pequeña cafetería en la Plaza Mayor. Cuando le vi con la chupa de cuero y los vaqueros ajustados,tuve que humedecerme los labios. Estaba tremendamente sexy.

-Hola Sam.- Dijo poniendo una sonrisa torcida y acercándose a darme dos besos.

-Ho...Hola Damon. ¿Cómo estás?-Dije apoyándome a la mesa para no caerme. 

-Bien,¿y tú? Te veo estupenda.-Dijo sentándose a mi lado. 

¿No podía ponerse enfrente? Me estaba poniendo nerviosa. Se sentó tan cerca que podía notar su rodilla chocando con la mía. Pedimos una cosa y pasamos la tarde hablando,pero la tensión sexual era tan grande... No me consideraba una belleza,pero sabía que él me deseaba. sin embargo,tras una tarde hablando y riendo,cada uno se fue por su lado. Se despidió dulcemente. 

Pasé varios días imaginándomelo. Soñaba con él. Aunque pasaron semanas y no supe mas de él. De hecho ni siquiera volvió a las salidas a las que íbamos todos. ¿Había sido solo algo casual? ¿Se acordaría de mi? Estaba totalmente obsesionada con esa mirada felina y esa sonrisa torcida,malvada... 

Un día paseando por la plaza,lo vi. En el mismo sitio donde nosotros habíamos quedado. Con otra chica... Una chica hermosa,nada que ver conmigo. Intenté pasar sin que me viese,pero no hubo manera. 

-¡Sam!-Dijo esbozando una sonrisa.-¿Cómo estás?

-Ehmm... Hola Damon,bien. ¿Tú?-Dije algo enfadada. ¿Qué demonios me pasaba? No teníamos nada. Ni siquiera nos habíamos besado,pero sentía que me pertenecía. ¡Qué obsesión tan insana! 

-¡Bien!¡Bien! Ven,quiero presentarte a alguien. -Dijo arrastrándome del brazo.-¡Cassandra! Ella es Sam. 

-¡Hola Sam! ¡Encanta!-Esa chica era realmente guapa... 

-Es mi hermana,Sam. -Dijo Damon pasando su brazo sobre mi hombro.- No he podido llamarte porque llegó hace unas semanas y he tenido que enseñarle todo esto. 

-¡Oh,no te preocupes! Yo también he estado algo ocupada. El trabajo y eso... 

-Claro,claro... ¿ Porqué no te sientas a tomarte algo con nosotros?-Dijo Cassandra. 

-Pues... Si,claro. - Dije sonriéndole. 

Nos sentamos y Damon no paraba de elogiar a su hermana. Me contaba lo buena,lista y excelente estudiante que era. La hermana estaba algo avergonzada y lo mandaba a callar bastante a menudo. Resultaba cómico. Los nervios habían desaparecido y me sentía muy cómoda. 

-Sam,vamos a ir a cenar,¿porqué no vienes a cenar con nosotros? Invito yo,claro. -Dijo Damon.

"Oh,dios... Esa sonrisa."

-Sí,claro. será un placer. -Dije. 

-Perfecto,vamos a cambiarnos y te pasamos a buscar a tu casa. Iremos por el puerto. ¿Te va bien en una hora?

-Claro,no hay problema. 

¿Al puerto? Eso significaba ir elegante y tenía el vestido perfecto para eso. Cogí un taxi para ir a casa lo mas rápido posible. Saqué el vestido,era una vestido precioso,de color negro largo con la espalda descubierta y una bonita apertura en un lado. Me duché lo mas rápido que pude y comencé a maquillarme. De repente sonó el timbre. ¿Ya estaban aquí? Abrí la puerta y ahí estaban. Cassandra iluminaba la entrada,llevaba un precioso vestido beige,largo con un escote brillante. Estaba guapísima. Y Damon... Que decir de Damon. Iba vestido de traje,con corbata,elegante... Me quedé sin aliento. Y yo todavía con la toalla puesta... Me quería morir. 

-Esto... Habéis llegado pronto,¡que vergüenza! 

-No te preocupes,Cassandra se aburría y pensé que era mejor subir y al menos hacerte compañía. Espero que no te moleste. 

-No,claro que no,pero abrir con la toalla no ha sido una buena idea. En fin,hay una botella de champán en la nevera,¿queréis abrirla? Yo tardo 5 minutos. Estáis en vuestra casa.

-Genial,¿dónde están las copas? -Dijo Damon.

-Están justo ahí.- Dije señalando una estantería de cristal. Puedes coger las negras,verás que bonitas. -Dije corriendo hacía mi habitación. 

Terminé de peinarme y me puse el vestido y los tacones. Me había hecho unos bucles que caían suavemente sobre mi cara. Me sentía guapa. Aunque al ver a Damon,me sentí indefensa.

-¡Dios mio,Sam! ¡Estás preciosa!-Dijo Cassandra. 

-Damon me miraba con esos ojos que parecían imperturbables,pero que en ese momento parecían hielo derretido. 

-Si que lo está...-Dijo con la voz áspera. -Ten,bebe un poco. -Dijo pasándome una copa.

Damon parecía nervioso,pero a mi me temblaban las piernas. Solo pensaba en no perder el equilibrio con las sandalias que llevaba. 

-¿Dónde has comprado estas copas? Son preciosas... No las había visto nunca.- Preguntó Cassandra con interés.

-Me las trajo mi madre en uno de sus viajes a Marruecos. 

Después de terminarnos la botella,a Cassandra y a mi nos había subido un poco el champán y Damon nos puso los brazos para ir agarradas a él. Al sentir su brazo junto al mío,temblé y él lo notó. Cogimos el coche de Damon y fuimos a cenar. Cassandra y yo no parábamos de hablar y Damon nos miraba sonriendo...

1 comentario:

  1. Oh, Damon se aparece ahí todo misterioso. Hmm...seguro que se la quiere comer con la mirada. Juju
    Me gusta,me gusta.

    ResponderEliminar